martes, 13 de noviembre de 2012

OBJETIVO 3: EL CANCER


DEFINICIÓN
Se llama cáncer, en general, a todo tumor maligno que se caracteriza por una multiplicación anormal y desordenada de células las cuales tienen la característica de invadir los tejidos adyacentes (metástasis).
El mínimo componente de todos los seres vivos es la célula; ella es la unidad anatómica, fisiológica y reproductiva por excelencia.
Este proceso reproductor de la célula es altamente especializado. En los diferentes tejidos las células mueren al envejecer y son sustituidas por otras; de esta forma se garantiza la continuidad de la vida celular.
Pero sucede que en algunas ocasiones esta precisión se pierde y las células comienzan a multiplicarse en forma incontrolada y desordenada. En ciertos casos pueden dar origen a tumores benignos, llamados así porque a pesar de que ocupan espacio, no producen serias lesiones, son de apariencia homogénea y están encapsulados dentro de una membrana de tejido conectivo. Ej. Fibromas, lipomas (tumores sebáceos), adenomas (tejido glandular).
En otros casos la multiplicación desenfrenada y progresiva de las células origina tumores malignos o cancerosos, porque sus células anormales infiltran y destruyen las de los tejidos adyacentes. También pueden ser transportadas por la sangre o por el sistema linfático a otros tejidos del organismo, donde se implantan y al reproducirse originan un nuevo tumor.
Los tumores cancerosos no están encapsulados totalmente (pueden estarlo en forma parcial), presentan variedad de formas y tamaños y sus células, a medida que avanza la enfermedad, evidencian mayor anormalidad en cuanto a apariencia, estructura y función.
Los órganos más atacados por cáncer son: estómago, intestinos, pulmones y órganos sexuales; es una de las principales causas de mortalidad en la mayoría de los países occidentales, presentándose con mayor frecuencia en los hombres.
ORIGEN DEL CÁNCER
Se ha establecido que ciertos agentes son cancerígenos, es decir, factores que favorecen o estimulan la multiplicación anormal de las células.
Las causas por la que algunas personas desarrollan tumores malignos no están completamente aclaradas, pero sí se estima que existe cierta predisposición genética en el organismo, en el que bajo condiciones favorables las células comienzan a multiplicarse.
a) Sustancias químicas: El alquitrán de hulla y sus derivados se consideran altamente cancerígenos. Sus vapores, presentes en algunas industrias (ej. refinerías) se asocian con la elevada incidencia de cáncer del pulmón entre los trabajadores.
Hoy en día se sabe que el benzopireno, sustancia química presente en el carbón, provoca cáncer de la piel en personas cuyos trabajos tienen relación con la combustión del carbón.
El arsénico se asocia con cáncer del pulmón, pues los trabajadores de minas de cobre y cobalto, fundiciones y fábricas de insecticidas presentan una incidencia de ese tipo de cáncer mayor de lo normal. En los trabajadores de las industrias relacionadas con el asbesto, la incidencia es de hasta 10 veces más que lo normal.
Una sustancia producida por el hongo Aspergillus flavus, llamada aflatoxina, y que contamina alimentos mal conservados, ocasiona cáncer del hígado en algunos animales. Se ha encontrado que en países donde la contaminación de alimentos por mohos es frecuente, la incidencia de cáncer del hígado y estómago es alta.
El cigarrillo es otro agente cancerígeno; se ha determinado que la muerte por cáncer del pulmón es 6 veces mayor entre fumadores que entre no fumadores. El cigarrillo es tan pernicioso debido a las sustancias que contiene: nicotina, ácidos y óxidos de carbono y alquitrán.
El grado de contaminación atmosférica producida por los vehículos y residuos industriales y domésticos también es factor importante en cuanto a la presencia de cáncer del pulmón, ya que entre los habitantes de ambientes rurales la enfermedad es menos frecuente.
b) Radiación: Las radiaciones de materiales radiactivos como radio y uranio se consideran cancerígenas. La radiación recibida como consecuencia de explosiones nucleares ha aumentado la presencia de leucemia, cáncer de la tiroides, pulmón y senos en personas que estuvieron expuestas.
Los rayos ultravioleta del sol y los rayos X aumentan la propensión a adquirir cáncer de la piel y leucemia. La excesiva exposición a los rayos solares, por parte de personas de piel blanca, aumenta el riesgo.
c) Virus: la detección de virus en diferentes tipos de tumores cancerosos ha hecho pensar a los científicos que existe alguna relación entre ellos y la enfermedad. Este hecho ha sucedido con el cáncer de mama, algunos tipos de cáncer uterino y específicamente el linfoma de Burkitt (un cáncer del sistema linfático), donde una variedad del virus del herpes se ha logrado aislar. Se le conoce como Epstein Barr (o EB).
Otros virus asociados con tumores cancerosos son el HTLVI, el cual se relaciona con una forma de leucemia, y el virus de la hepatitis B, con el cáncer del hígado.
d) Herencia: No se ha establecido una relación directa entre cáncer y factores hereditarios. Sin embargo, es notorio que algunas familias presentan mayor incidencia de tumores malignos, especialmente próstata, pulmón, útero y mamas (entre otros). Pero aún en estos casos, la influencia de los diferentes factores ambientales es decisiva.
e) Traumas: Se considera perjudicial la irritación mecánica producida sobre una porción de la piel y la fricción ejercida sobre lunares. El cáncer de labio en los fumadores de pipa se asocia con la irritación crónica producida por la pipa sobre un grupo de células en el labio. En la India, una alta incidencia de cáncer del abdomen y la ingle se relaciona con la vestimenta (una especie de guayuco) de uso muy generalizado.
PREVENCIÓN DEL CÁNCER
Es muy importante el hecho de que muchos de los agentes que se consideran cancerígenos son manejables por el hombre. En este sentido, al conocerse la relación entre un tipo de cáncer y un factor determinado, podemos dirigir nuestra acción hacia la eliminación del agente.
Con ese fin se deben tomar medidas como las siguientes:
  • No fumar.
  • Evitar exponerse al sol por tiempo prolongado (especialmente personas de piel blanca o sensible).
  • Mantener una adecuada higiene genital.
  • Controlar el consumo de bebidas alcohólicas. Evitar los excesos en la bebida.
  • Una dieta adecuada, rica en fibras vegetales, frutas y baja en grasa.
  • En los grupos de alto riesgo, como son los trabajadores de ciertas industrias, se deben tomar las precauciones adecuadas para proteger los y mantener un control médico periódico.
  • Evitar la exposición a radiaciones (Rayos X, etc.) pues a la larga pueden causar trastornos.

En sus primeros estudios se puede decir que el 50% de los tumores malignos son curables, de aquí la importancia del diagnóstico precoz.
Las invasiones metastásicas generalmente ocurren cuando el tumor primario ya ha adquirido un tamaño considerable; ese lapso de tiempo depende del tipo de tumor: algunos son de evolución muy rápida, como el cáncer del testículo, otros de diez o más años (algunos tipos de cáncer de la tiroides); pero lo más frecuente es que el tumor alcance su pleno desarrollo en un lapso de cinco años.
DIAGNÓSTICO DEL CÁNCER
Es invalorable la ayuda que han prestado las técnicas modernas de detección en la lucha contra el cáncer. Entre los exámenes comúnmente practicados para descartar tumores tenemos:
Útero:
La citología cervical o Papanicolau es un examen sencillo, rápido, no causa dolor y consiste en la toma de una muestra de secreción del cuello del útero para obtener algunas células y extenderlas en una lámina. Se procesa en el laboratorio mediante técnicas de fijación, para luego estudiarlas en el microscopio. Este examen no sólo indica si hay sospecha de cáncer, sino la presencia de alguna otra infección.
¿Quiénes deben hacerse el examen? Es recomendable que a toda mujer que haya iniciado sus relaciones sexuales se le practique el examen periódicamente (una vez al año o cada 2 años) o cuando el médico lo indique.
Existen otros exámenes como son:
-       Determinación de células malignas en sangre, orina y líquido cefalorraquídeo (este último en caso de tumores cerebrales).
-       Gammagrafía (uso de isótopos radiactivos).
-       Ecosonografía.
-       Tomografía computarizada (consiste en cortes transversales del órgano a estudiar).
-       Resonancia magnética (de uso muy reciente).


TRATAMIENTO DEL CÁNCER
La cirugía, la radioterapia y la quimioterapia continúan siendo los métodos más efectivos. Cuanto más rápido se detecte un cáncer, más posibilidades de curación existen, pues un tumor localizado puede ser extirpado quirúrgicamente en forma completa.
La radioterapia consiste en someter las partes u órganos afectados a la acción de sustancias radiactivas como cobalto 60 e iridio 192.
La quimioterapia utiliza sustancias químicas, como drogas, hormonas y otras, que administradas en dosis adecuadas, frenan e impiden el desarrollo de las células cancerosas y por lo tanto de los tumores cancerosos.
El tratamiento de un tumor canceroso depende de lo avanzado de la enfermedad; pero en todos los casos la actitud del enfermo y sus familiares es muy importante.
Una información adecuada, donde el paciente conozca realmente su problema, expectativas y las oportunidades que le brindan los avances terapéuticos del momento, puede contribuir a la recuperación del paciente.
Podemos concluir que “el cáncer es curable”, máxime cuando se descubre a tiempo Por eso es importante someterse a exámenes médicos periódicos.

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