Un siglo de profundos cambios
El siglo
XVIII representó un período de profundos cambios que convulsionaron todos los
órdenes sociales en el continente europeo. Los ámbitos político, social,
económico y cultural se impregnaron de nuevas ideas que socavaron las bases del
antiguo régimen absolutista y dieron paso a la modernidad.
El hecho político
de mayor repercusión durante este siglo lo constituyó la Revolución francesa,
donde quedó en evidencia la injusta división social que llevó a la lucha por el
poder. Como consecuencia, se debilitó la figura real ante el avance de los
derechos políticos, económicos y sociales del ser humano. Los cambios
económicos fueron notables, las máquinas transformaron el antiguo sistema
artesanal y dieron un gran impulso a la producción y desarrollo comercial. La
expansión económica, el desequilibrio del sistema monárquico, la opresión de las
clases minoritarias y los estallidos sociales, marcaron el panorama de esta
época.
A mitad de siglo
aparecieron algunas obras literarias que coincidían en someter a discusión
algunos principios fundamentales como Dios, el Estado, la Sociedad y el Hombre.
El pensamiento de los ilustrados marcó un cambio ideológico donde se instalaron
nuevas ideas como la igualdad, la libertad y el progreso de los ciudadanos.
Revolución industrial
Se entiende por Revolución industrial al
movimiento de modernización de las industrias en el cual se incorpora el uso de
maquinarias para el desarrollo de diferentes empresas. Con la invención de la
máquina comienza la transformación de los procesos artesanales, se masifica la
producción y aparecen las primeras fábricas.
Origen
Este movimiento
surge en Inglaterra durante el siglo XVIII y luego se extiende por el resto de
Europa y Estados Unidos. Con la invención de la máquina de hilar por John Watt
y Lewis Paul en 1753 y de la máquina de vapor por James Wyatt en 1769,
Inglaterra toma ventaja en el ámbito industrial y comercial.
Las máquinas
comienzan a reemplazar la mano de obra. Los pequeños talleres artesanales se
convierten en grandes industrias, se aumenta la producción, se fomenta la
actividad comercial interna y externa, y aparece el capitalismo como sistema
económico.
Los cambios
producidos en la industria, en la agricultura y en el transporte generaron un
aumento de las riquezas. Sin embargo, la dinámica que impulsó estos cambios
provocó la ruptura, a veces drástica, de viejos paradigmas: el primero
consistió en la adaptación del ser humano a los avances científicos y
culturales; el segundo marcó una separación con la estructura que había creado
la Iglesia católica; el tercero sostuvo el abandono de la esclavitud y el feudalismo
como sistema económico y de tenencia de la tierra, y el cuarto determinaría la
creación de una nueva clase social, la obrera.
Transformación de la estructura social
La
industrialización permitió un crecimiento de la población, además de promover
una movilidad entre las capas sociales. Hasta el siglo XVIII la sociedad estaba
dividida en estamentos: la aristocracia, el clero, el tercer Estado (clase
trabajadora). Con la Revolución industrial quedó dividida en:
•
Clases superiores: conformadas por
la aristocracia y la alta burguesía. La nobleza se benefició por la expansión
de sus propiedades y la burguesía se dedicó a los negocios (finanzas, comercio,
industrias). La alta burguesía estaba conformada por banqueros, constructores,
prestamistas, etc.
•
Clases medias: compuestas por la
pequeña burguesía, representada por los tenderos y comerciantes (telas,
confección, calzado, mueble, alimentos); los militares de alto rango, que
gozaban de derechos políticos; y los trabajadores agrícolas que explotaban sus
propias tierras.
•
Clases bajas: estaban conformadas
por la mayor parte de la población; surge el proletariado, emigrantes rurales
convertidos en obreros de fábricas, minas y construcción, que utilizaban su
fuerza de trabajo como sustento a cambio de un salario.
La superpoblación
trajo como consecuencia un crecimiento desordenado de las ciudades, los
suburbios (conjunto de viviendas en condiciones muy precarias) surgen por lo
general alrededor de las fábricas donde viven los operarios y obreros.
Los obreros trabajaban
de doce a catorce horas diarias. La industrialización incluyó también a mujeres
y niños porque recibían un salario inferior al de los hombres, representaban
una mano de obra barata.
Consecuencias
La Revolución
industrial produjo una serie de adelantos que transformaron todos los aspectos
económicos, sociales, políticos, culturales e ideológicos de la vida europea.
Se imponen la
industrialización y el capitalismo como modelos económicos; se establece una
nueva dinámica entre las clases sociales emergentes: la burguesía y la clase
obren (el proletariado). La burguesía explota a los proletarios y estos, a su
vez, crean sindicatos para defender los derechos de los trabajadores; se
consolida el liberalismo político bajo la forma de monarquía constitucional; el
pensamiento tiende al racionalismo y al sentido crítico; se experimentan
grandes avances científicos y tecnológicos.
El aumento de la
población fomentó el crecimiento industrial e impulsé el cultivo de plantas de
origen americano (producto de las colonias), a las cuales se aplican
fertilizantes y abonos para su mayor rendimiento. La actividad comercial se
desarrollé en los países industrializados que vendían sus mercancías y obtenían
materias primas, incrementando así el comercio, las comunicaciones y los
transportes.
Se crean las
primeras fuerzas obreras y se forman asociaciones en pro de los derechos de los
trabajadores. Aparecen las primeras legislaciones laborales. La Carta del
Pueblo al Parlamento Británico, en 1837, llegó a reunir la firma de cientos de
miles de obreros para pedir al Parlamento el derecho al sufragio universal, el
voto secreto, la igualdad de participación en las actividades políticas y
mejoras en las condiciones de vida de los obreros industriales. Por ese
documento, este movimiento obrero recibió el calificativo de “cartista”. La
legislación británica (1799—1800) prohibía la formación de asociaciones
obreras, pues se consideraba que atentaban contra el liberalismo económico;
debía ser el mercado el factor que fijara los salarios y no la presión de los
sindicatos.
A partir de 1824,
las leyes británicas autorizaron la asociación libre de obreros lo que dio
origen a los primeros sindicatos, llamados Trade Unions. Los movimientos
sindicales influyeron en el desarrollo de ideologías revolucionarias como el
marxismo y el anarquismo. Marx y Bakunin crean la Asociación Internacional de
Trabajadores (A.I.T.) con gran éxito en Francia y Alemania. No obstante, en
Gran Bretaña, cuna de estos movimientos, no llegaron a cónsolidarse los esfuerzos
de reivindicación emprendidos por los sindicatos.
Nuevas teorías económicas
Liberalismo
El liberalismo consiste en una doctrina
económica y política que ahoga por el desarrollo de la libertad personal,
individual y de la sociedad. No permite la interferencia de la Iglesia ni de
grupos religiosos; lucha contra el monopolio y las políticas controladoras del
Estado.
Mercantilismo
Se conoce como
mercantilismo a la doctrina económica que surgió en Europa en el siglo XVI
extendiéndose hasta el siglo XVIII. Se basa en el estricto control del Estado
sobre la industria y el comercio. En este modelo la riqueza de una nación
dependía de la acumulación de oro y plata. Las naciones fomentaron el
desarrollo industrial porque permitía a los gobiernos obtener ingresos mediante
el cobro de impuestos para costear gastos militares. La explotación de sus
colonias era una práctica legítima para obtener metales preciosos y materia
prima para sus industrias.
El mercantilismo
tuvo éxito al estimular el crecimiento de la industria, pero tuvo grandes
adversarios contra sus postulados. Las colonias comenzaron a reaccionar ante
economías tan férreas, dando lugar a las guerras de independencia. Los colonos
deseaban obtener la libertad para su propio bienestar económico.
Capitalismo
El capitalismo
tiene su origen en Inglaterra y Francia. Como sistema económico se caracteriza
por fomentar la propiedad privada de los medios de producción. En este modelo,
la circulación de capital organiza y controla las producciones.
Adam Smith, fundador
del capitalismo, asume la economía con una visión liberal, por eso ataca
duramente al sistema mercantilista.
Sostenía que las
riquezas de un país no residían en la acumulación y atesoramiento de metales
preciosos, ni en la producción agraria. Para Smith la riqueza de las naciones
dependía de su capacidad productiva: agrícola, industrial y comercial. La
producción de capital procedía del ahorro y de los beneficios obtenidos de la
diferencia entre el precio de costo y el precio de venta. El mercado fluye a
través de la oferta y la demanda. Las ideas de Adam Smith fueron divulgadas por
sus discípulos, de los cuales se destaca David Ricardo (1792-1823) quien en
1817 formuló sus Principios de economía política.
Los fisiócratas
conformaron una escuela de pensamiento sustentada en la idea de que la economía
sigue un orden natural y no requiere la intervención y control del Estado. Su
máximo representante fue François Quesnay. En La tabla económica (1758),
explica a través de un diagrama los flujos del dinero y los bienes que
constituyen el núcleo básico de la economía. Tanto los fisiócratas como Smith
ayudaron a extender las ideas de que los poderes económicos de los Estados
debían ser reducidos.
Ilustración o Siglo de las Luces
Se conoce como Siglo de las Luces a la época
de la cultura y la filosofía europea que se extiende desde fines del siglo
XVIII hasta principios del siglo XIX. Toma como guías del pensamiento y de las
acciones humanas la experiencia y la razón, en oposición a la tradición
religiosa basada en la autoridad y la fe. Los pensadores de esta época creyeron
haber sentado las bases fundamentales para el desarrollo de una mayor libertad,
tolerancia y humanitarismo en la sociedad.
Origen
Este período fue
llamado Siglo de las Luces o Ilustración por los mismos filósofos que
participaron en él, ya que pensaban que nacía una nueva etapa de luces después
de tantos siglos de oscurantismo e ignorancia. Este movimiento sostiene la
creencia de que la leyes universales y divinas se pueden resolver colocando al
Hombre, su juicio y su razón por encima de cualquier conocimiento innato, ya
que la experiencia y la observación llevan a los seres humanos a razonar y a
descubrir la verdad por encima de cualquier pensamiento abstracto. La
Ilustración implicaba una actitud “de atreverse a conocer”. Este fue el
planteamiento del filósofo Emmanuel Kant: cuestionar y
reexaminar todo conocimiento y valores adquiridos, plantear- los en diferentes
dimensiones, razonarlos, buscar su esencia para que el conocimiento no fiera un
simple proceso de aprendizaje sin razón.
Se
reconoce que el Siglo de las Luces concluye con la Revolución francesa en 1789.
Sin embargo, representó una causa desencadenante de la misma ya que los
ilustrados desacreditaron el absolutismo cuestionando la razón del derecho
divino de los reyes.
Dentro de esta
corriente aparecen los filósofos empíricos ingleses Locke y Hume, así como los
pensadores franceses Rousseau, Voltaire y Montesquieu. Francia fue el centro de
difusión de las nuevas ideas que hicieron tambalear al poder absoluto. Algunos
reyes europeos influenciados por este movimiento, impulsaron reformas en sus
dominios, pero sin dejar de ser monarcas absolutos. Por esta razón se les
califica como déspotas ilustrados.
Representantes del pensamiento ilustrado
John Locke (1632-1704) fue el primer filósofo empirista inglés. Su filosofía
política defendió los principios de la monarquía constitucional. Defendió la
teoría del contrato social y fue el primero en pedir la separación de los
poderes para la gobernabilidad del Estado. En 1669, durante una de sus misiones
oficiales escribió una Constitución para los propietarios de la colonia de
Carolina que nunca se aplicó. Luego de allí fue a vivir a Francia, pero regresó
a Inglaterra en 1679. Sin embargo, debido a su oposición a la Iglesia católica
romana que contaba con el apoyo de la Corona inglesa tuvo que regresar al
continente americano. En 1688 vivió en Holanda. Regresó de nuevo a Inglaterra
bajo el mandato del rey Guillermo III de Orange quien lo nombró Ministro de
Comercio en 1696, cargo al cual renunció en 1700 por enfermedad. Locke sostuvo
que los pueblos poseen soberanía porque el Hombre es el que elige a sus
gobernantes para que resguarden sus derechos o garantías naturales de libertad,
igualdad y propiedad.
Ejerció gran
influencia en los pensadores del siglo XVIII, especialmente sobre Rousseau y
Montesquieu. Entres sus obras se destacan Ensayo sobre el entendimiento humano
(1690), Ensayo sobre el gobierno civil (1690), Pensamientos sobre la Educación (1693)
y Racionabilidad del Cristianismo (1695). Murió en Oates el 28 de octubre de
1704.
El empirismo fue una doctrina creada por el estadista inglés Francis Bacon, pero
Locke le otorgó un carácter personal y en su Ensayo sobre el entendimiento
humano (1690) afirma que la mente de una persona en el momento del nacimiento
es como una tabula rasa, es decir, una hoja en blanco sobre la que la
experiencia humana imprime el conocimiento. No creía en la intuición o teorías
de concepción innatas.
Voltaire (1694-1778), de nombre François Marie Arouet, representa una de las
máximas figuras del Siglo de las Luces. Adoptó el nombre de Voltaire después de
su famosa obra Edipo (1718). Estudió en el colegio de los jesuitas Louis Le
Grand. Sus feroces críticas al regente Felipe II, duque de Orleáns,
precipitaron su ingreso a la cárcel de la Bastilla. Durante 11 meses de prisión
completa su primera obra, la tragedia Edipo, estrenada en 1718. Esta pieza
constituye una descripción anticristiana y deísta de carácter racionalista. Fue
encarcelado por segunda vez en la Bastilla y luego liberado con la condición de
abandonar Francia y establecerse en Inglaterra. En 1728 regresa a Francia donde
escribe Cartas inglesas (1734), obra que tuvo una nueva edición con el título
de Cartas filosóficas (1737). En ella ataca a las instituciones políticas y
eclesiásticas francesas. En 1738 escribe Elementos de la filosofía de Newton y
se convirtió en uno de los favoritos de la corte francesa por la influencia de
la marquesa de Pompadour, fue nombrado historiador de Francia y luego Caballero
de la Cámara Real. En 1746 fue elegido miembro de la Academia Francesa.
Montesquieu,
Charles de Secondat (1689-1755), político,
filósofo y escritor francés. Expuso la razón de las leyes así como sus relaciones
con las condiciones políticas y materiales de los pueblos. Analiza las tres
clases de gobierno (república, monarquía y tiranía) y sus respectivos
principios (la virtud, el honor y el terror). Plantea la separación de los
poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, que más adelante la Revolución
francesa intentará llevar a la práctica, ya que el poder no debe concentrarse
en el Rey sino repartirse. El Espíritu de las leyes (1748), su obra capital,
influyó notablemente en la creación de la Constitución estadounidense. En este
ensayo analiza las tres principales formas de gobierno, la república, la
monarquía y el despotismo, y la relación que existe entre las áreas
geográficas, climáticas y el desarrollo de las sociedades. Sus ideas tuvieron
enorme trascendencia en el continente americano en los movimientos
emancipadores. Su obra era leída en secreto, y su pensamiento caló
profundamente a principios del siglo XIX.
Rousseau,
Jean-Jacques (1712-1778), escritor y filósofo de
origen suizo y lengua francesa. En sus obras plantea volver al estado primitivo
que él llama “estado natural”, donde el ser humano alcanza la libertad y la
igualdad plenas. Su obra pedagógica por
excelencia es El Emilio, donde aporta un modelo de educación en un estado
natural. En cuanto a las ciencias políticas escribió el Contrato Social, ensayo
que contribuyó para la base ideológica de la Revolución francesa. En 1756
escribió la novela La Julia o La nueva Eloísa (1762).
Las ideas de
Rousseau influyeron en los diferentes sucesos emancipadores, ya que promovían
la lucha por la libertad individual. Creía que el Estado debía estar
representando por la voluntad de los ciudadanos y que la soberanía residía en
el pueblo.
El enciclopedismo
El enciclopedismo
surge en Europa a mediados del siglo XVIII a través del proyecto que se
denominó Enciclopedia o Diccionario Razonado de Ciencias, Artes y Oficios,
inspirada por el inglés Chambers (1729), puesta en orden y publicada por
Diderot, y estructurada en la parte matemática por D’Alembert.
La obra se convirtió
en una síntesis de los conocimientos científicos y de las ideas filosóficas del
siglo XVIII. En ella colaboraron Voltaire, Montesquieu, Rousseau, Duclos,
Marmontel, Condillac, Quesnay y Turgor, también racionalistas como René
Descartes, Baruch Spinoza y Tomas Hobbes, quienes recibieron por tal motivo el
calificativo de enciclopedistas. Entre sus ideas divulgaron el escepticismo con
respecto al dogma y un deísmo racionalista, tendiendo al materialismo en el
tema religioso; un empirismo inspirado en Locke, en materia filosófica; la
tolerancia, en moral y política. Difundían el respeto a la libertad y el odio a
los privilegios y atacaban fuertemente el poder absoluto de los reyes, a raíz
de esto la edición de la Enciclopedia fue suspendida varias veces por orden de
las autoridades reales. Por eso tardó veintiún años en aparecer, de 1751 a 1772.
El absolutismo
Por
absolutismo se entiende la forma de gobierno que otorga a la figura del Rey
todos los poderes, de manera que se concentra en él el poder absoluto. Esta
forma de gobierno se extendió por Europa durante el siglo XVIII y se sintetiza
en la personalidad del rey de Francia Luis XI V: “El Estado soy yo”.
Las revoluciones
que se sucedieron durante los siglos XVIII y XIX fueron sustituyendo los
sistemas absolutistas por los constitucionales. Los reyes, bajo la influencia
de las nuevas corrientes filosóficas, comenzaron a realizar reformas y buscaron
el apoyo económico de la burguesía. Entre los monarcas denominados déspotas
ilustrados se encuentran:
Luis XIV de
Francia, Enrique VII de Inglaterra, Carlos 1 de España, José I de Portugal,
José II de Austria y Federico II de Prusia.
Los diferentes
conflictos entre las naciones europeas crearon enormes gastos y deudas a los
gobiernos absolutistas. Como consecuencia hubo enfrentamientos entre las
monarquías y la burguesía, clase social que había actuado como prestamista.
Sometidos a toda esta presión, los monarcas tuvieron que subordinarse a
reformas que limitaron su poder.
Origen y
características
Las monarquías
absolutas europeas de los siglos XVI-XVIII se caracterizaron porque el Rey
ejercía una soberanía sin límites, sin control; los súbditos debían obedecer.
El absolutismo nace de las realidades políticas del momento y de la creencia de
que el poder monárquico proviene de Dios, por lo tanto, el Rey es emperador en
su reino. El poder está concentrado en éste y se trasmite por vía hereditaria,
sus familiares conforman la corte real. No existen leyes establecidas sino
órdenes arbitrarias emanadas directamente del Rey, él es el legislador y la
ley.
Thomas Hobbes
(1588-1679) fue un empirista defensor de las monarquías autoritarias; su
célebre obra I.eviatán (1651) se basa en sus concepciones de la naturaleza
humana. Sus ideas causaron grandes controversias en los partidarios de la
corriente absolutista de derecho divino.
Según Hobbes la
primera ley natural del ser humano es la autoconservación, impulso que lo
induce a imponerse sobre los demás. “El hombre es un lobo para el hombre”. En
una sociedad el ser humano debe renunciar a parte de sus deseos y establecer un
contrato social, cuyo valor recae en la soberanía. Por lo tanto, la soberanía
del Rey no reside en el derecho divino, sino en la capacidad de mantener el
contrato que le otorga tal soberanía.
Los albores de la
Edad Moderna coinciden con la consolidación de los Estados Nacionales (Francia,
España e Inglaterra). En ellos la vieja estructura medieval se ve reemplazada
por el modelo de comunidades centralizadas que resaltan los intereses
nacionales.
En la Edad Moderna
se desplazan las formas de gobierno medievales, ahora prevalecen los intereses
nacionales ante los individuales. El Rey representa al Gobierno pero dentro de
unos límites territoriales establecidos. Se entablan grandes divergencias entre
la Iglesia y el poder real. Las clases sociales nacientes comienzan a ejercer
un rol protagónico dentro de las sociedades monárquicas, los cargos
administrativos se designan a hombres egresados de universidades que pertenecen
a la burguesía.
La teoría del
origen divino de los reyes fue respaldada por Martín Lutero y Juan Calvino,
cuyas doctrinas ofrecieron a los gobernantes la oportunidad de sustituir a la
Iglesia por su propio poder.
Martín Lutero
(1483-1546) fue el iniciador del protestantismo de la Reforma religiosa del
siglo XVI. Teólogo y reformador, publicó en 1517 sus 95 tesis donde denuncia
los abusos de la Iglesia católica. La esencia del cristianismo no se encuentra
en la organización encabezada por el Papa, sino en la comunicación directa de
cada persona con Dios: la salvación del hombre residía sólo en su fe. Lutero
fue el primero en potenciar el invento de Guttenberg (la imprenta). Pone la
Biblia, anteriormente escrita en latín, al alcance de la población 60 años
después del invento de la imprenta. Con ello se transforma en el primer libro
de circulación masiva de la historia. Tras su muerte se agudizaron las
discrepancias entre las iglesias protestantes y dentro del mismo luteranismo.
Juan Calvino
(1509-1564).En 1532 evidencié sus conocimientos humanísticos en su obra Séneca
de Clementia (La Clemencia) .Se convirtió al protestantismo y en 1535 realiza
un Resumen de Instituciones de la religión cristiana, que consistía en un
resumen de doctrinas protestantes. Postulaba la predestinación de los elegidos,
rechazaba los sacramentos y proponía un esquema de organización para el nuevo
cristianismo.
Revolución francesa
Como Revolución
francesa se conoce al proceso social y político que sucede en Francia entre
1789- 1799. Sus principales consecuencias fueron: la constitución de la
Asamblea Nacional; la Toma de la Bastilla; Jornadas revolucionarias de octubre
de 1789; huida del rey en 1791; Constitución de 1791; Asamblea Legislativa;
control y confiscación de los bienes de la Iglesia; declaración de la Guerra a
Austria en 1792; encarcelamiento de la familia real; convocatoria de la
Convención; proclamación de la Primera República; proceso y muerte del rey
(enero 1793); reinado del terror; muerte de Robespierre en 1794 y elaboración
dela Nueva Constitución.
El llamado
período de preparación intelectual de la Revolución francesa fue una etapa
convulsa, Francia atravesó por diferentes guerras: de sucesión de Polonia
(1733-1738), con Austria (1741-1748), de los Siete Años (1756—1763). Estos
acontecimientos debilitaron el poder real, en consecuencia comenzó la
separación interior entre la institución monárquica y el pueblo. Luis XVI
(1774-1793), después de ciertas reformas económicas realizadas por su asesor
Turgot, cedió ante la política de sus ministros cortesanos. El descontento
aumentó y el rey para dominar la situación, convocó los Estados Generales en
1789. Pero no existía solución posible que pudiera impedir el estallido de la
Revolución francesa, que se inició el 14 de julio de 1789 con la Toma de la
Bastilla.
La influencia de
este acontecimiento fue decisiva para Francia y con el tiempo el espíritu
revolucionario se extendió a numerosos países europeos y americanos.
Acontecimientos
El Estado francés
había sufrido varias crisis económicas antes de que Luis XVI asumiera el trono,
debido a las largas guerras, la mala administración de los asuntos nacionales y
los préstamos a las colonias británicas de Norteamérica durante la guerra de
Independencia de Estados Unidos (1775-1783).
El ministerio de
finanzas estaba dirigido por Jacques Turgot, hombre de ideas liberales que
instituyó una política rigurosa en cuanto a los gastos que debía tener el
Estado. Dimitió a su cargo por las enormes presiones de la nobleza y el clero,
su sucesor, Jacques Necker, también se vio obligado a abandonar el cargo.
Sin embargo, el
pueblo lo aclamó por ser el primero en hacer público un extracto de las
finanzas reales, donde se apreciaba el cuantioso gasto que generaban los
estamentos (clases sociales) privilegiados.
El pueblo exigió
la convocatoria de los Estados Generales o asambleas formadas por el clero, la
nobleza y el Tercer Estado. El rey Luis XVI, ante las presiones, accedió a
celebrar elecciones nacionales en 1788. Para la conformación de estas asambleas
se pedía que los representantes del Tercer Estado tuvieran la misma cantidad
que los del clero.
Así, se reunieron
en Versalles en 1789 con la idea de conseguir el voto por individuo y no por
estamento. La clase monárquica constituye una Asamblea Nacional con poderes
para legislar en materia fiscal. Ante esta decisión, Luis XVI reaccionó con
represalias y los privó de utilizar su sala de reuniones, por eso no llegaron a
ningún acuerdo y las cámaras rechazaron los nuevos métodos de votación. Ante
este resultado la Asamblea respondió con el Juramento de la Pelota el 20 de junio: se comprometían a no
disolverse hasta lograr redactar una Constitución para Francia.
El Rey tuvo que
ceder ante las continuas oposiciones a los decretos reales. Mientras tanto, el
pueblo de París respondió ante las represalias de los regimientos extranjeros
leales, se generó una ola de disturbios donde el pueblo asaltó y tomó la
prisión de La Bastilla, que representaba el despotismo de los Borbones.
La Asamblea Nacional Constituyente aprobó una legislación donde se abolía el régimen feudal; se suprimía
el diezmo; se prohibía la venta de cargos públicos y la exoneración tributaria.
Realizaron el primer borrador de la futura Constitución como preámbulo a la
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, y sus ideales fueron
“Libertad, Igualdad, Fraternidad”. En medio de estas convulsiones el pueblo
parisino, que había soportado por mucho tiempo hambre y reclamaba por alimentos
y soluciones, decidió marchar hacia Versalles. Allí tomaron el palacio y la
familia real fue escoltada a París. El primer borrador de la Constitución fue
aprobado por el Rey el 14 de julio de 1790. En ella se establecía que el poder
Legislativo lo ejercería la Asamblea Nacional, compuesta por 745 miembros
elegidos por un sistema de votación indirecto.
El poder
Ejecutivo lo seguía ejerciendo el Rey pero con ciertas limitaciones. Se
estableció una Constitución Civil para el clero cuyo principal propósito era la
confiscación de bienes eclesiásticos. El país fue dividido en departamentos, se
abolieron los títulos hereditarios y se emitió un nuevo tipo de papel moneda
para aliviar la crisis financiera.
Durante el tiempo
que transcurrió entre la aprobación del primer borrador de la Constitución,
hubo profundas transformaciones. Aumentó el descontento de los ciudadanos que
habían quedado excluidos del electorado, las clases sociales que carecían de
propiedades querían acceder al voto y tener una mejor condición social y
económica. La Asamblea Legislativa estuvo dividida en dos bandos: Los
girondinos y los jacobinos liderizados por Robespierre.
La Convención
Nacional creó el Comité de Salvación Pública que sería el órgano ejecutivo de
la República. Enviaban representantes para supervisar el cumplimiento de las
leyes, el reclutamiento y la confiscación de municiones. Después de la
elaboración de la Constitución, el Comité de Salvación Pública fue transferido
a los jacobinos (grupo radical), quienes reorganizaron las funciones del
Comité.
En medio de estas
revueltas es asesinado el político radical Jean-Paul Marat por Charlotte Corday
simpatizante de los girondinos (conservadores).
El máximo
dirigente jacobino Maximilien de Robespierre pasó a ser el líder del Comité de
Salvación Pública. Apoyado por varios jacobinos implantó medidas policiales
extremas para impedir cualquier acción contrarrevolucionaria. Los poderes del
Comité fueron renovados mensualmente por la Convención Nacional desde abril de
1793 hasta julio de 1794. Por la ferocidad de las persecuciones políticas, esta
etapa se denominó período del terror.
La guillotina
paso a ser el instrumento de retaliación. Las víctimas alcanzaron el número de
40 000 entre nobles, clase media, trabajadores y el clero. La nobleza se vio
vulnerada con la ejecución de María Antonieta y el clero católico sufrió las
mayores pérdidas, se cerraron las iglesias en toda Francia y se comenzó a
promover la religión revolucionaria: el culto de la Razón.
Las constantes
disputas entre el Comité de Salvación Pública y el grupo extremista cuyo líder
era Hébert, concluyó con la ejecución de Hébert y sus seguidores. Luego
Robespierre emprendió acciones contra los seguidores de Danton que habían
solicitado la paz y el fin del reinado del terror, fueron decapitados.
Robespierre comenzó a perder el apoyo de muchos miembros importantes de los
jacobinos. El descontento general con el líder del Comité terminó con su
captura, sus seguidores fueron apresados el 27 de julio de 1794 y decapitados
el 28 de julio. Así se da término a la República de la Virtud.
La Convención
finalizó con la redacción de una nueva Constitución que se aprobó oficialmente
el 22 de agosto de 1795, la cual tuvo nuevos ajustes que causaron reacción en
la población, sobre todo en la monarquía parisina. Estos movimientos fueron
repelidos por las tropas comandadas por el general Napoleón Bonaparte,jefe
militar de los ejércitos revolucionarios, quien más tarde sería emperador de
Francia con el nombre de Napoleón 1 Bonaparte.
Consecuencias de la
Revolución francesa
La principal
consecuencia fue la abolición de la monarquía absoluta en Francia y el final de
los privilegios que hasta ese momento habían tenido la aristocracia y el clero.
Se eliminaron la servidumbre, los derechos feudales y los diezmos. Se introdujo
el principio de distribución equitativa en el pago de impuestos. Francia pasó a
ser el país europeo con mayor cantidad de pequeños propietarios independientes.
Napoleón ya había
instaurado una serie de reformas como la fundación del Banco de Francia, la
implantación del sistema educativo secular y centralizado y la creación de la
Universidad de Francia. Se estableció la libertad de cuho y la libertad de
expresión, tal como fue enunciada en la Declaración de los Derechos del Hombre
y del Ciudadano. Se inició la separación entre la Iglesia y el Estado.
En la historia
del mundo contemporáneo, la Revolución francesa significó el tránsito de la
sociedad estamental, heredada del feudalismo, a la sociedad capitalista, basada
en una economía de mercado. La burguesía, consciente de su papel preponderante
en la vida económica, desplazó del poder a la aristocracia y a la monarquía
absoluta. Los revolucionarios franceses no sólo crearon un nuevo modelo de
sociedad y estado, sino que difundieron un nuevo modo de pensar para la mayor
parte del mundo.
La Revolución
francesa tuvo influencia de los grandes pensadores del Siglo de las Luces, y
las recién independizadas colonias americanas. Este acontecimiento dio paso a
los nuevos Estados y repúblicas soberanas.
Napoleón en las
guerras europeas
Tras el golpe de
Estado en 1799, Napoleón toma el poder y reorganiza el Estado francés. Durante
su mandato introduce constantemente características personales, además de
elementos monárquicos y aristocráticos. Deseaba que todo el continente
constituyera un vasto imperio que él regiría desde París, concentrando el poder
o delegándolo en reyes designados entre sus parientes y mariscales.
Se enfrentó a
Italia y volvió convertido en héroe a Francia. Este triunfo le hizo perder la
cabeza y su ambición de poder no conoció limites. Su gloria se acrecentó
humillando a Inglaterra. Acaudilló a un ejército en Egipto para saquear a los
países vecinos y cortar el comercio que Inglaterra realizaba con India. En
Egipto fue derrotado, a su llegada eliminó al Directorio que gobernaba Francia
y designó en su lugar a tres cónsules. Él mismo fue designado primer cónsul en
1799 y desde luego el único.
En 1804 se hizo
coronar Emperador de los franceses. Durante un tiempo sus victorias condujeron
a una paz general, obtuvo importantes triunfos pero sufrió terribles desastres
políticos y militares. En 1805 impelido por la alianza entre Inglaterra,
Austria y Rusia, renunció a su amenaza de invadir a Inglaterra y se dirigió al
Este.
En 1808 Napoleón
invade a España, el rey Carlos IV se trasladó a Aranjuez con su familia. Ante
la presencia de un pueblo enardecido, el rey se vio obligado a abdicar a favor
de su hijo Fernando Vll. Napoleón no lo reconoce como tal y hace renunciar a
Carlos IV a su trono, para colocar a su hermano José Bonaparte, quien hasta
entonces había sido rey de Nápoles. Napoleón consiguió varias victorias durante
su permanencia en España, pero la lucha se reanudó tras su partida,
prolongándose durante cinco años la guerra entre las tropas francesas y las
españolas, apoyadas por Gran Bretaña.
En 1812 se
aminora su ejército, los países de Europa agredidos le declaran la guerra. En
1815 Napoleón fue derrotado en la batalla de Waterloo y fue confinado a la Isla
de Santa Elena.
Muy bueno me sirvió MUCHO!!! ♥♥♥
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