martes, 13 de noviembre de 2012

TEMA 1: HECHOS HISTÓRICOS QUE CAMBIARON EL MUNDO


Un siglo de profundos cambios

El siglo XVIII representó un período de profundos cambios que convulsionaron todos los órdenes sociales en el continente europeo. Los ámbitos político, social, económico y cultural se impregnaron de nuevas ideas que socavaron las bases del antiguo régimen absolutista y dieron paso a la modernidad.
El hecho político de mayor repercusión durante este siglo lo constituyó la Revolución francesa, donde quedó en evidencia la injusta división social que llevó a la lucha por el poder. Como consecuencia, se debilitó la figura real ante el avance de los derechos políticos, económicos y sociales del ser humano. Los cambios económicos fueron notables, las máquinas transformaron el antiguo sistema artesanal y dieron un gran impulso a la producción y desarrollo comercial. La expansión económica, el desequilibrio del sistema monárquico, la opresión de las clases minoritarias y los estallidos sociales, marcaron el panorama de esta época.
A mitad de siglo aparecieron algunas obras literarias que coincidían en someter a discusión algunos principios fundamentales como Dios, el Estado, la Sociedad y el Hombre. El pensamiento de los ilustrados marcó un cambio ideológico donde se instalaron nuevas ideas como la igualdad, la libertad y el progreso de los ciudadanos.
Revolución industrial

Se entiende por Revolución industrial al movimiento de modernización de las industrias en el cual se incorpora el uso de maquinarias para el desarrollo de diferentes empresas. Con la invención de la máquina comienza la transformación de los procesos artesanales, se masifica la producción y aparecen las primeras fábricas.

Origen

Este movimiento surge en Inglaterra durante el siglo XVIII y luego se extiende por el resto de Europa y Estados Unidos. Con la invención de la máquina de hilar por John Watt y Lewis Paul en 1753 y de la máquina de vapor por James Wyatt en 1769, Inglaterra toma ventaja en el ámbito industrial y comercial.
Las máquinas comienzan a reemplazar la mano de obra. Los pequeños talleres artesanales se convierten en grandes industrias, se aumenta la producción, se fomenta la actividad comercial interna y externa, y aparece el capitalismo como sistema económico.
Los cambios producidos en la industria, en la agricultura y en el transporte generaron un aumento de las riquezas. Sin embargo, la dinámica que impulsó estos cambios provocó la ruptura, a veces drástica, de viejos paradigmas: el primero consistió en la adaptación del ser humano a los avances científicos y culturales; el segundo marcó una separación con la estructura que había creado la Iglesia católica; el tercero sostuvo el abandono de la esclavitud y el feudalismo como sistema económico y de tenencia de la tierra, y el cuarto determinaría la creación de una nueva clase social, la obrera.
Transformación de la estructura social

La industrialización permitió un crecimiento de la población, además de promover una movilidad entre las capas sociales. Hasta el siglo XVIII la sociedad estaba dividida en estamentos: la aristocracia, el clero, el tercer Estado (clase trabajadora). Con la Revolución industrial quedó dividida en:
      Clases superiores: conformadas por la aristocracia y la alta burguesía. La nobleza se benefició por la expansión de sus propiedades y la burguesía se dedicó a los negocios (finanzas, comercio, industrias). La alta burguesía estaba conformada por banqueros, constructores, prestamistas, etc.
      Clases medias: compuestas por la pequeña burguesía, representada por los tenderos y comerciantes (telas, confección, calzado, mueble, alimentos); los militares de alto rango, que gozaban de derechos políticos; y los trabajadores agrícolas que explotaban sus propias tierras.
      Clases bajas: estaban conformadas por la mayor parte de la población; surge el proletariado, emigrantes rurales convertidos en obreros de fábricas, minas y construcción, que utilizaban su fuerza de trabajo como sustento a cambio de un salario.
La superpoblación trajo como consecuencia un crecimiento desordenado de las ciudades, los suburbios (conjunto de viviendas en condiciones muy precarias) surgen por lo general alrededor de las fábricas donde viven los operarios y obreros.
Los obreros trabajaban de doce a catorce horas diarias. La industrialización incluyó también a mujeres y niños porque recibían un salario inferior al de los hombres, representaban una mano de obra barata.
Consecuencias

La Revolución industrial produjo una serie de adelantos que transformaron todos los aspectos económicos, sociales, políticos, culturales e ideológicos de la vida europea.
Se imponen la industrialización y el capitalismo como modelos económicos; se establece una nueva dinámica entre las clases sociales emergentes: la burguesía y la clase obren (el proletariado). La burguesía explota a los proletarios y estos, a su vez, crean sindicatos para defender los derechos de los trabajadores; se consolida el liberalismo político bajo la forma de monarquía constitucional; el pensamiento tiende al racionalismo y al sentido crítico; se experimentan grandes avances científicos y tecnológicos.
El aumento de la población fomentó el crecimiento industrial e impulsé el cultivo de plantas de origen americano (producto de las colonias), a las cuales se aplican fertilizantes y abonos para su mayor rendimiento. La actividad comercial se desarrollé en los países industrializados que vendían sus mercancías y obtenían materias primas, incrementando así el comercio, las comunicaciones y los transportes.
Se crean las primeras fuerzas obreras y se forman asociaciones en pro de los derechos de los trabajadores. Aparecen las primeras legislaciones laborales. La Carta del Pueblo al Parlamento Británico, en 1837, llegó a reunir la firma de cientos de miles de obreros para pedir al Parlamento el derecho al sufragio universal, el voto secreto, la igualdad de participación en las actividades políticas y mejoras en las condiciones de vida de los obreros industriales. Por ese documento, este movimiento obrero recibió el calificativo de “cartista”. La legislación británica (1799—1800) prohibía la formación de asociaciones obreras, pues se consideraba que atentaban contra el liberalismo económico; debía ser el mercado el factor que fijara los salarios y no la presión de los sindicatos.
A partir de 1824, las leyes británicas autorizaron la asociación libre de obreros lo que dio origen a los primeros sindicatos, llamados Trade Unions. Los movimientos sindicales influyeron en el desarrollo de ideologías revolucionarias como el marxismo y el anarquismo. Marx y Bakunin crean la Asociación Internacional de Trabajadores (A.I.T.) con gran éxito en Francia y Alemania. No obstante, en Gran Bretaña, cuna de estos movimientos, no llegaron a cónsolidarse los esfuerzos de reivindicación emprendidos por los sindicatos.
Nuevas teorías económicas

Liberalismo

El liberalismo consiste en una doctrina económica y política que ahoga por el desarrollo de la libertad personal, individual y de la sociedad. No permite la interferencia de la Iglesia ni de grupos religiosos; lucha contra el monopolio y las políticas controladoras del Estado.

Mercantilismo

Se conoce como mercantilismo a la doctrina económica que surgió en Europa en el siglo XVI extendiéndose hasta el siglo XVIII. Se basa en el estricto control del Estado sobre la industria y el comercio. En este modelo la riqueza de una nación dependía de la acumulación de oro y plata. Las naciones fomentaron el desarrollo industrial porque permitía a los gobiernos obtener ingresos mediante el cobro de impuestos para costear gastos militares. La explotación de sus colonias era una práctica legítima para obtener metales preciosos y materia prima para sus industrias.
El mercantilismo tuvo éxito al estimular el crecimiento de la industria, pero tuvo grandes adversarios contra sus postulados. Las colonias comenzaron a reaccionar ante economías tan férreas, dando lugar a las guerras de independencia. Los colonos deseaban obtener la libertad para su propio bienestar económico.
Capitalismo

El capitalismo tiene su origen en Inglaterra y Francia. Como sistema económico se caracteriza por fomentar la propiedad privada de los medios de producción. En este modelo, la circulación de capital organiza y controla las producciones.
Adam Smith, fundador del capitalismo, asume la economía con una visión liberal, por eso ataca duramente al sistema mercantilista.
Sostenía que las riquezas de un país no residían en la acumulación y atesoramiento de metales preciosos, ni en la producción agraria. Para Smith la riqueza de las naciones dependía de su capacidad productiva: agrícola, industrial y comercial. La producción de capital procedía del ahorro y de los beneficios obtenidos de la diferencia entre el precio de costo y el precio de venta. El mercado fluye a través de la oferta y la demanda. Las ideas de Adam Smith fueron divulgadas por sus discípulos, de los cuales se destaca David Ricardo (1792-1823) quien en 1817 formuló sus Principios de economía política.
Los fisiócratas conformaron una escuela de pensamiento sustentada en la idea de que la economía sigue un orden natural y no requiere la intervención y control del Estado. Su máximo representante fue François Quesnay. En La tabla económica (1758), explica a través de un diagrama los flujos del dinero y los bienes que constituyen el núcleo básico de la economía. Tanto los fisiócratas como Smith ayudaron a extender las ideas de que los poderes económicos de los Estados debían ser reducidos.
Ilustración o Siglo de las Luces

Se conoce como Siglo de las Luces a la época de la cultura y la filosofía europea que se extiende desde fines del siglo XVIII hasta principios del siglo XIX. Toma como guías del pensamiento y de las acciones humanas la experiencia y la razón, en oposición a la tradición religiosa basada en la autoridad y la fe. Los pensadores de esta época creyeron haber sentado las bases fundamentales para el desarrollo de una mayor libertad, tolerancia y humanitarismo en la sociedad.

Origen

Este período fue llamado Siglo de las Luces o Ilustración por los mismos filósofos que participaron en él, ya que pensaban que nacía una nueva etapa de luces después de tantos siglos de oscurantismo e ignorancia. Este movimiento sostiene la creencia de que la leyes universales y divinas se pueden resolver colocando al Hombre, su juicio y su razón por encima de cualquier conocimiento innato, ya que la experiencia y la observación llevan a los seres humanos a razonar y a descubrir la verdad por encima de cualquier pensamiento abstracto. La Ilustración implicaba una actitud “de atreverse a conocer”. Este fue el planteamiento del filósofo Emmanuel Kant: cuestionar y reexaminar todo conocimiento y valores adquiridos, plantear- los en diferentes dimensiones, razonarlos, buscar su esencia para que el conocimiento no fiera un simple proceso de aprendizaje sin razón.
Se reconoce que el Siglo de las Luces concluye con la Revolución francesa en 1789. Sin embargo, representó una causa desencadenante de la misma ya que los ilustrados desacreditaron el absolutismo cuestionando la razón del derecho divino de los reyes.
Dentro de esta corriente aparecen los filósofos empíricos ingleses Locke y Hume, así como los pensadores franceses Rousseau, Voltaire y Montesquieu. Francia fue el centro de difusión de las nuevas ideas que hicieron tambalear al poder absoluto. Algunos reyes europeos influenciados por este movimiento, impulsaron reformas en sus dominios, pero sin dejar de ser monarcas absolutos. Por esta razón se les califica como déspotas ilustrados.
Representantes del pensamiento ilustrado

John Locke (1632-1704) fue el primer filósofo empirista inglés. Su filosofía política defendió los principios de la monarquía constitucional. Defendió la teoría del contrato social y fue el primero en pedir la separación de los poderes para la gobernabilidad del Estado. En 1669, durante una de sus misiones oficiales escribió una Constitución para los propietarios de la colonia de Carolina que nunca se aplicó. Luego de allí fue a vivir a Francia, pero regresó a Inglaterra en 1679. Sin embargo, debido a su oposición a la Iglesia católica romana que contaba con el apoyo de la Corona inglesa tuvo que regresar al continente americano. En 1688 vivió en Holanda. Regresó de nuevo a Inglaterra bajo el mandato del rey Guillermo III de Orange quien lo nombró Ministro de Comercio en 1696, cargo al cual renunció en 1700 por enfermedad. Locke sostuvo que los pueblos poseen soberanía porque el Hombre es el que elige a sus gobernantes para que resguarden sus derechos o garantías naturales de libertad, igualdad y propiedad.
Ejerció gran influencia en los pensadores del siglo XVIII, especialmente sobre Rousseau y Montesquieu. Entres sus obras se destacan Ensayo sobre el entendimiento humano (1690), Ensayo sobre el gobierno civil (1690), Pensamientos sobre la Educación (1693) y Racionabilidad del Cristianismo (1695). Murió en Oates el 28 de octubre de 1704.
El empirismo fue una doctrina creada por el estadista inglés Francis Bacon, pero Locke le otorgó un carácter personal y en su Ensayo sobre el entendimiento humano (1690) afirma que la mente de una persona en el momento del nacimiento es como una tabula rasa, es decir, una hoja en blanco sobre la que la experiencia humana imprime el conocimiento. No creía en la intuición o teorías de concepción innatas.
Voltaire (1694-1778), de nombre François Marie Arouet, representa una de las máximas figuras del Siglo de las Luces. Adoptó el nombre de Voltaire después de su famosa obra Edipo (1718). Estudió en el colegio de los jesuitas Louis Le Grand. Sus feroces críticas al regente Felipe II, duque de Orleáns, precipitaron su ingreso a la cárcel de la Bastilla. Durante 11 meses de prisión completa su primera obra, la tragedia Edipo, estrenada en 1718. Esta pieza constituye una descripción anticristiana y deísta de carácter racionalista. Fue encarcelado por segunda vez en la Bastilla y luego liberado con la condición de abandonar Francia y establecerse en Inglaterra. En 1728 regresa a Francia donde escribe Cartas inglesas (1734), obra que tuvo una nueva edición con el título de Cartas filosóficas (1737). En ella ataca a las instituciones políticas y eclesiásticas francesas. En 1738 escribe Elementos de la filosofía de Newton y se convirtió en uno de los favoritos de la corte francesa por la influencia de la marquesa de Pompadour, fue nombrado historiador de Francia y luego Caballero de la Cámara Real. En 1746 fue elegido miembro de la Academia Francesa.
Montesquieu, Charles de Secondat (1689-1755), político, filósofo y escritor francés. Expuso la razón de las leyes así como sus relaciones con las condiciones políticas y materiales de los pueblos. Analiza las tres clases de gobierno (república, monarquía y tiranía) y sus respectivos principios (la virtud, el honor y el terror). Plantea la separación de los poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, que más adelante la Revolución francesa intentará llevar a la práctica, ya que el poder no debe concentrarse en el Rey sino repartirse. El Espíritu de las leyes (1748), su obra capital, influyó notablemente en la creación de la Constitución estadounidense. En este ensayo analiza las tres principales formas de gobierno, la república, la monarquía y el despotismo, y la relación que existe entre las áreas geográficas, climáticas y el desarrollo de las sociedades. Sus ideas tuvieron enorme trascendencia en el continente americano en los movimientos emancipadores. Su obra era leída en secreto, y su pensamiento caló profundamente a principios del siglo XIX.
Rousseau, Jean-Jacques (1712-1778), escritor y filósofo de origen suizo y lengua francesa. En sus obras plantea volver al estado primitivo que él llama “estado natural”, donde el ser humano alcanza la libertad y la igualdad  plenas. Su obra pedagógica por excelencia es El Emilio, donde aporta un modelo de educación en un estado natural. En cuanto a las ciencias políticas escribió el Contrato Social, ensayo que contribuyó para la base ideológica de la Revolución francesa. En 1756 escribió la novela La Julia o La nueva Eloísa (1762).
Las ideas de Rousseau influyeron en los diferentes sucesos emancipadores, ya que promovían la lucha por la libertad individual. Creía que el Estado debía estar representando por la voluntad de los ciudadanos y que la soberanía residía en el pueblo.
El enciclopedismo
El enciclopedismo surge en Europa a mediados del siglo XVIII a través del proyecto que se denominó Enciclopedia o Diccionario Razonado de Ciencias, Artes y Oficios, inspirada por el inglés Chambers (1729), puesta en orden y publicada por Diderot, y estructurada en la parte matemática por D’Alembert.
La obra se convirtió en una síntesis de los conocimientos científicos y de las ideas filosóficas del siglo XVIII. En ella colaboraron Voltaire, Montesquieu, Rousseau, Duclos, Marmontel, Condillac, Quesnay y Turgor, también racionalistas como René Descartes, Baruch Spinoza y Tomas Hobbes, quienes recibieron por tal motivo el calificativo de enciclopedistas. Entre sus ideas divulgaron el escepticismo con respecto al dogma y un deísmo racionalista, tendiendo al materialismo en el tema religioso; un empirismo inspirado en Locke, en materia filosófica; la tolerancia, en moral y política. Difundían el respeto a la libertad y el odio a los privilegios y atacaban fuertemente el poder absoluto de los reyes, a raíz de esto la edición de la Enciclopedia fue suspendida varias veces por orden de las autoridades reales. Por eso tardó veintiún años en aparecer, de 1751 a 1772.
 El absolutismo
Por absolutismo se entiende la forma de gobierno que otorga a la figura del Rey todos los poderes, de manera que se concentra en él el poder absoluto. Esta forma de gobierno se extendió por Europa durante el siglo XVIII y se sintetiza en la personalidad del rey de Francia Luis XI V: “El Estado soy yo”.
Las revoluciones que se sucedieron durante los siglos XVIII y XIX fueron sustituyendo los sistemas absolutistas por los constitucionales. Los reyes, bajo la influencia de las nuevas corrientes filosóficas, comenzaron a realizar reformas y buscaron el apoyo económico de la burguesía. Entre los monarcas denominados déspotas ilustrados se encuentran:
Luis XIV de Francia, Enrique VII de Inglaterra, Carlos 1 de España, José I de Portugal, José II de Austria y Federico II de Prusia.
Los diferentes conflictos entre las naciones europeas crearon enormes gastos y deudas a los gobiernos absolutistas. Como consecuencia hubo enfrentamientos entre las monarquías y la burguesía, clase social que había actuado como prestamista. Sometidos a toda esta presión, los monarcas tuvieron que subordinarse a reformas que limitaron su poder.
Origen y características
Las monarquías absolutas europeas de los siglos XVI-XVIII se caracterizaron porque el Rey ejercía una soberanía sin límites, sin control; los súbditos debían obedecer. El absolutismo nace de las realidades políticas del momento y de la creencia de que el poder monárquico proviene de Dios, por lo tanto, el Rey es emperador en su reino. El poder está concentrado en éste y se trasmite por vía hereditaria, sus familiares conforman la corte real. No existen leyes establecidas sino órdenes arbitrarias emanadas directamente del Rey, él es el legislador y la ley.
Thomas Hobbes (1588-1679) fue un empirista defensor de las monarquías autoritarias; su célebre obra I.eviatán (1651) se basa en sus concepciones de la naturaleza humana. Sus ideas causaron grandes controversias en los partidarios de la corriente absolutista de derecho divino.
Según Hobbes la primera ley natural del ser humano es la autoconservación, impulso que lo induce a imponerse sobre los demás. “El hombre es un lobo para el hombre”. En una sociedad el ser humano debe renunciar a parte de sus deseos y establecer un contrato social, cuyo valor recae en la soberanía. Por lo tanto, la soberanía del Rey no reside en el derecho divino, sino en la capacidad de mantener el contrato que le otorga tal soberanía.
Los albores de la Edad Moderna coinciden con la consolidación de los Estados Nacionales (Francia, España e Inglaterra). En ellos la vieja estructura medieval se ve reemplazada por el modelo de comunidades centralizadas que resaltan los intereses nacionales.
En la Edad Moderna se desplazan las formas de gobierno medievales, ahora prevalecen los intereses nacionales ante los individuales. El Rey representa al Gobierno pero dentro de unos límites territoriales establecidos. Se entablan grandes divergencias entre la Iglesia y el poder real. Las clases sociales nacientes comienzan a ejercer un rol protagónico dentro de las sociedades monárquicas, los cargos administrativos se designan a hombres egresados de universidades que pertenecen a la burguesía.
La teoría del origen divino de los reyes fue respaldada por Martín Lutero y Juan Calvino, cuyas doctrinas ofrecieron a los gobernantes la oportunidad de sustituir a la Iglesia por su propio poder.
Martín Lutero (1483-1546) fue el iniciador del protestantismo de la Reforma religiosa del siglo XVI. Teólogo y reformador, publicó en 1517 sus 95 tesis donde denuncia los abusos de la Iglesia católica. La esencia del cristianismo no se encuentra en la organización encabezada por el Papa, sino en la comunicación directa de cada persona con Dios: la salvación del hombre residía sólo en su fe. Lutero fue el primero en potenciar el invento de Guttenberg (la imprenta). Pone la Biblia, anteriormente escrita en latín, al alcance de la población 60 años después del invento de la imprenta. Con ello se transforma en el primer libro de circulación masiva de la historia. Tras su muerte se agudizaron las discrepancias entre las iglesias protestantes y dentro del mismo luteranismo.
Juan Calvino (1509-1564).En 1532 evidencié sus conocimientos humanísticos en su obra Séneca de Clementia (La Clemencia) .Se convirtió al protestantismo y en 1535 realiza un Resumen de Instituciones de la religión cristiana, que consistía en un resumen de doctrinas protestantes. Postulaba la predestinación de los elegidos, rechazaba los sacramentos y proponía un esquema de organización para el nuevo cristianismo.

Revolución francesa

Como Revolución francesa se conoce al proceso social y político que sucede en Francia entre 1789- 1799. Sus principales consecuencias fueron: la constitución de la Asamblea Nacional; la Toma de la Bastilla; Jornadas revolucionarias de octubre de 1789; huida del rey en 1791; Constitución de 1791; Asamblea Legislativa; control y confiscación de los bienes de la Iglesia; declaración de la Guerra a Austria en 1792; encarcelamiento de la familia real; convocatoria de la Convención; proclamación de la Primera República; proceso y muerte del rey (enero 1793); reinado del terror; muerte de Robespierre en 1794 y elaboración dela Nueva Constitución.
El llamado período de preparación intelectual de la Revolución francesa fue una etapa convulsa, Francia atravesó por diferentes guerras: de sucesión de Polonia (1733-1738), con Austria (1741-1748), de los Siete Años (1756—1763). Estos acontecimientos debilitaron el poder real, en consecuencia comenzó la separación interior entre la institución monárquica y el pueblo. Luis XVI (1774-1793), después de ciertas reformas económicas realizadas por su asesor Turgot, cedió ante la política de sus ministros cortesanos. El descontento aumentó y el rey para dominar la situación, convocó los Estados Generales en 1789. Pero no existía solución posible que pudiera impedir el estallido de la Revolución francesa, que se inició el 14 de julio de 1789 con la Toma de la Bastilla.
La influencia de este acontecimiento fue decisiva para Francia y con el tiempo el espíritu revolucionario se extendió a numerosos países europeos y americanos.
Acontecimientos

El Estado francés había sufrido varias crisis económicas antes de que Luis XVI asumiera el trono, debido a las largas guerras, la mala administración de los asuntos nacionales y los préstamos a las colonias británicas de Norteamérica durante la guerra de Independencia de Estados Unidos (1775-1783).
El ministerio de finanzas estaba dirigido por Jacques Turgot, hombre de ideas liberales que instituyó una política rigurosa en cuanto a los gastos que debía tener el Estado. Dimitió a su cargo por las enormes presiones de la nobleza y el clero, su sucesor, Jacques Necker, también se vio obligado a abandonar el cargo.
Sin embargo, el pueblo lo aclamó por ser el primero en hacer público un extracto de las finanzas reales, donde se apreciaba el cuantioso gasto que generaban los estamentos (clases sociales) privilegiados.
El pueblo exigió la convocatoria de los Estados Generales o asambleas formadas por el clero, la nobleza y el Tercer Estado. El rey Luis XVI, ante las presiones, accedió a celebrar elecciones nacionales en 1788. Para la conformación de estas asambleas se pedía que los representantes del Tercer Estado tuvieran la misma cantidad que los del clero.
Así, se reunieron en Versalles en 1789 con la idea de conseguir el voto por individuo y no por estamento. La clase monárquica constituye una Asamblea Nacional con poderes para legislar en materia fiscal. Ante esta decisión, Luis XVI reaccionó con represalias y los privó de utilizar su sala de reuniones, por eso no llegaron a ningún acuerdo y las cámaras rechazaron los nuevos métodos de votación. Ante este resultado la Asamblea respondió con el Juramento de la Pelota el 20 de junio: se comprometían a no disolverse hasta lograr redactar una Constitución para Francia.
El Rey tuvo que ceder ante las continuas oposiciones a los decretos reales. Mientras tanto, el pueblo de París respondió ante las represalias de los regimientos extranjeros leales, se generó una ola de disturbios donde el pueblo asaltó y tomó la prisión de La Bastilla, que representaba el despotismo de los Borbones.
La Asamblea Nacional Constituyente aprobó una legislación donde se abolía el régimen feudal; se suprimía el diezmo; se prohibía la venta de cargos públicos y la exoneración tributaria. Realizaron el primer borrador de la futura Constitución como preámbulo a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, y sus ideales fueron “Libertad, Igualdad, Fraternidad”. En medio de estas convulsiones el pueblo parisino, que había soportado por mucho tiempo hambre y reclamaba por alimentos y soluciones, decidió marchar hacia Versalles. Allí tomaron el palacio y la familia real fue escoltada a París. El primer borrador de la Constitución fue aprobado por el Rey el 14 de julio de 1790. En ella se establecía que el poder Legislativo lo ejercería la Asamblea Nacional, compuesta por 745 miembros elegidos por un sistema de votación indirecto.
El poder Ejecutivo lo seguía ejerciendo el Rey pero con ciertas limitaciones. Se estableció una Constitución Civil para el clero cuyo principal propósito era la confiscación de bienes eclesiásticos. El país fue dividido en departamentos, se abolieron los títulos hereditarios y se emitió un nuevo tipo de papel moneda para aliviar la crisis financiera.
Durante el tiempo que transcurrió entre la aprobación del primer borrador de la Constitución, hubo profundas transformaciones. Aumentó el descontento de los ciudadanos que habían quedado excluidos del electorado, las clases sociales que carecían de propiedades querían acceder al voto y tener una mejor condición social y económica. La Asamblea Legislativa estuvo dividida en dos bandos: Los girondinos y los jacobinos liderizados por Robespierre.
La Convención Nacional creó el Comité de Salvación Pública que sería el órgano ejecutivo de la República. Enviaban representantes para supervisar el cumplimiento de las leyes, el reclutamiento y la confiscación de municiones. Después de la elaboración de la Constitución, el Comité de Salvación Pública fue transferido a los jacobinos (grupo radical), quienes reorganizaron las funciones del Comité.
En medio de estas revueltas es asesinado el político radical Jean-Paul Marat por Charlotte Corday simpatizante de los girondinos (conservadores).
El máximo dirigente jacobino Maximilien de Robespierre pasó a ser el líder del Comité de Salvación Pública. Apoyado por varios jacobinos implantó medidas policiales extremas para impedir cualquier acción contrarrevolucionaria. Los poderes del Comité fueron renovados mensualmente por la Convención Nacional desde abril de 1793 hasta julio de 1794. Por la ferocidad de las persecuciones políticas, esta etapa se denominó período del terror.
La guillotina paso a ser el instrumento de retaliación. Las víctimas alcanzaron el número de 40 000 entre nobles, clase media, trabajadores y el clero. La nobleza se vio vulnerada con la ejecución de María Antonieta y el clero católico sufrió las mayores pérdidas, se cerraron las iglesias en toda Francia y se comenzó a promover la religión revolucionaria: el culto de la Razón.
Las constantes disputas entre el Comité de Salvación Pública y el grupo extremista cuyo líder era Hébert, concluyó con la ejecución de Hébert y sus seguidores. Luego Robespierre emprendió acciones contra los seguidores de Danton que habían solicitado la paz y el fin del reinado del terror, fueron decapitados. Robespierre comenzó a perder el apoyo de muchos miembros importantes de los jacobinos. El descontento general con el líder del Comité terminó con su captura, sus seguidores fueron apresados el 27 de julio de 1794 y decapitados el 28 de julio. Así se da término a la República de la Virtud.
La Convención finalizó con la redacción de una nueva Constitución que se aprobó oficialmente el 22 de agosto de 1795, la cual tuvo nuevos ajustes que causaron reacción en la población, sobre todo en la monarquía parisina. Estos movimientos fueron repelidos por las tropas comandadas por el general Napoleón Bonaparte,jefe militar de los ejércitos revolucionarios, quien más tarde sería emperador de Francia con el nombre de Napoleón 1 Bonaparte.
Consecuencias de la Revolución francesa
La principal consecuencia fue la abolición de la monarquía absoluta en Francia y el final de los privilegios que hasta ese momento habían tenido la aristocracia y el clero. Se eliminaron la servidumbre, los derechos feudales y los diezmos. Se introdujo el principio de distribución equitativa en el pago de impuestos. Francia pasó a ser el país europeo con mayor cantidad de pequeños propietarios independientes.
Napoleón ya había instaurado una serie de reformas como la fundación del Banco de Francia, la implantación del sistema educativo secular y centralizado y la creación de la Universidad de Francia. Se estableció la libertad de cuho y la libertad de expresión, tal como fue enunciada en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Se inició la separación entre la Iglesia y el Estado.
En la historia del mundo contemporáneo, la Revolución francesa significó el tránsito de la sociedad estamental, heredada del feudalismo, a la sociedad capitalista, basada en una economía de mercado. La burguesía, consciente de su papel preponderante en la vida económica, desplazó del poder a la aristocracia y a la monarquía absoluta. Los revolucionarios franceses no sólo crearon un nuevo modelo de sociedad y estado, sino que difundieron un nuevo modo de pensar para la mayor parte del mundo.
La Revolución francesa tuvo influencia de los grandes pensadores del Siglo de las Luces, y las recién independizadas colonias americanas. Este acontecimiento dio paso a los nuevos Estados y repúblicas soberanas.
Napoleón en las guerras europeas
Tras el golpe de Estado en 1799, Napoleón toma el poder y reorganiza el Estado francés. Durante su mandato introduce constantemente características personales, además de elementos monárquicos y aristocráticos. Deseaba que todo el continente constituyera un vasto imperio que él regiría desde París, concentrando el poder o delegándolo en reyes designados entre sus parientes y mariscales.
Se enfrentó a Italia y volvió convertido en héroe a Francia. Este triunfo le hizo perder la cabeza y su ambición de poder no conoció limites. Su gloria se acrecentó humillando a Inglaterra. Acaudilló a un ejército en Egipto para saquear a los países vecinos y cortar el comercio que Inglaterra realizaba con India. En Egipto fue derrotado, a su llegada eliminó al Directorio que gobernaba Francia y designó en su lugar a tres cónsules. Él mismo fue designado primer cónsul en 1799 y desde luego el único.
En 1804 se hizo coronar Emperador de los franceses. Durante un tiempo sus victorias condujeron a una paz general, obtuvo importantes triunfos pero sufrió terribles desastres políticos y militares. En 1805 impelido por la alianza entre Inglaterra, Austria y Rusia, renunció a su amenaza de invadir a Inglaterra y se dirigió al Este.
En 1808 Napoleón invade a España, el rey Carlos IV se trasladó a Aranjuez con su familia. Ante la presencia de un pueblo enardecido, el rey se vio obligado a abdicar a favor de su hijo Fernando Vll. Napoleón no lo reconoce como tal y hace renunciar a Carlos IV a su trono, para colocar a su hermano José Bonaparte, quien hasta entonces había sido rey de Nápoles. Napoleón consiguió varias victorias durante su permanencia en España, pero la lucha se reanudó tras su partida, prolongándose durante cinco años la guerra entre las tropas francesas y las españolas, apoyadas por Gran Bretaña.
En 1812 se aminora su ejército, los países de Europa agredidos le declaran la guerra. En 1815 Napoleón fue derrotado en la batalla de Waterloo y fue confinado a la Isla de Santa Elena.

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